La rutina de los más pequeños cambia en verano. Es posible que ellos estén de descanso pero, probablemente, los adultos deban seguir trabajando y cumpliendo con una serie de tareas diarias.
Por ello, es interesante seguir una rutina en el hogar. Podemos marcar a una hora concreta ciertos hábitos (desayuno, baño o televisión) y establecer espacios de trabajo, ocio, actividades familiares, juego autónomo, etc.
De ahí nace la necesidad de hacer malabares para que, a pesar de estar en casa, los niños y niñas puedan seguir divirtiéndose y aprendiendo.
Además, se recomienda plantear ideas agradables tanto para los progenitores como para los peques, con el fin de optimizar el esfuerzo de los primeros pero explotando al máximo el disfrute de todos.
¿Y cómo podemos entretener en casa a los peques? Aquí te damos algunas ideas:
1. Haz un diario
Deja constancia de todas las actividades emocionantes o sucesos divertidos acontecidos durante el verano. Debemos elegir un formato atractivo, como el vídeo. Será un recuerdo estupendo a modo de resumen.
2. Tareas domésticas
Es una de las mejores formas de implicar a los peques en la vida familiar. Dótales de responsabilidades. En función de la edad podemos solicitarles ayuda, teniendo en cuenta que se sienten atraídos por cualquier tarea manual.
3. Planifica y simula excursiones
Plantea una acampada en el jardín o, incluso, en el salón (según el espacio disponible). Pensad qué actividades podéis hacer: contar historias de miedo, hacer un picnic, observar las estrellas, etc.
Incluid visitas virtuales a diversos monumentos y exposiciones o montad un cine de verano. Solo necesitáis un proyector.
4. Cocinar con tus peques
Es todo un proceso que implica elegir la receta, listar los ingredientes, ir al supermercado, cocinar, etc. Existen infinidad de recetas sencillas y atractivas para los más pequeños. Y la satisfacción de catar algo elaborado por ellos mismos no tiene precio.
5. Estimular su creatividad
Las posibilidades para estimular el pensamiento divergente infantil son infinitas: manualidades, transformar elementos reciclables, iniciar algún proyecto o centro de interés, botes de la calma, bandejas o globos sensoriales, experimentos y tareas exploración, pintar con hielo o con los pies, uso de arcilla o pastas moldeables, etc.
6. Construir un huerto casero
Podemos empezar investigando sobre qué plantaremos, germinar las semillas, plantarlas, establecer una lista de tareas de cuidado, pensar qué haremos con el producto obtenido, etc.
7. Actividades motrices
Realizar actividades movidas dentro de casa suele ser complicado. Por ello, una alternativa atractiva puede ser probar el yoga infantil. Si tenemos jardín o azotea, el deporte puede traducirse en juegos acuáticos en una piscina desmontable infantil. También podemos crear circuitos motores con obstáculos tan divertidos como una tela de araña hecha con lana.
8. Lectoescritura
Puedes establecer momentos de lectura, escribir cartas o emails a amigos o familiares lejanos, incluso representar una obra de teatro, lo cual implica… ¡disfraces!
Si vamos un poco más allá, podemos explorar actividades sobre gestión emocional y resolución de conflictos mediante cuentos o poemas.
9. Cambiar la decoración
Prueba a sugerir propuestas de re-decoración de ciertos espacios de tu hogar. Puedes aventurarte en el mundo DIY; puedes basarte en ideas útiles y creativas como las del siguiente vídeo:
10. Minimundos
Consiste en recrear distintos escenarios o situaciones con un recipiente o contenedor y materiales diversos.
Entretenimiento en verano con niños: Conclusiones
Como bien puedes observar, la tarea más pequeña e insignificante puede convertirse en potencialmente educativa y lúdica. La clave está en estirar nuestra creatividad para no dejar espacios de inactividad que desencadenen momentos de aburrimiento.
Sin embargo, debes tener presente que las tareas propuestas sean llamativas y sugerentes, sin constituir para ellos un obligación.
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